Egipto: Mucho más que faraones

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martes, 25 de marzo de 2014

Condenan a muerte a 529 seguidores de los Hermanos Musulmanes

Da la sensación que ya responda al nombre de Mubarak, Morsi o Al Sisi, son todos el mismo perro con distinto collar. Unos con el verde militar, otros ataviados con lo que ellos consideran la verdadera interpretación de una religión, lo cierto es que todos están atados por las ansias de poder, vamos, lo que en mi tierra se llama 'sacar tajada' y a cualquier precio. Y si para ello hay que disparar, encarcelar, torturar y condenar a muerte, pues se hace y ya.

Si a Morsi no le tembló el pulso a la hora de suprimir los mismos derechos por los que fue elegido y de paso llevarse por delante la vida de varios manifestantes con una fuerte represión, ahora le toca el turno a Al Sisi, que va por el mismo camino de la dictadura que implantaban sus antecesores en esto que intentaba ser el comienzo de la democracia en Egipto. Les dejo la última noticia, parte de ella ha salido publicada hoy en El Informador, aunque aquí dejaremos de lado la figura del editor para publicarla entera.

Sentencia histórica y exprés en Egipto. 529 seguidores de la cofradía islámica de los Hermanos Musulmanes 147 ha podido acudir a la vista que ha anunciado un destino que podrá ser apelado. El resto está en libertad o prófugo de la justicia, según señala el portal informativo Aswat Masriya.
han sido hoy condenados a muerte. De ellos,

La condena, donde sólo han sido absueltos 16 personas, es histórica en el país y ha suscitado críticas internas y externas no solo por su brutal decisión sino también por la forma en que se ha llevado a cabo.

A los condenados se les señala como protagonistas de los violentos disturbios en la provincia de Mynia tras el sangriento desmantelamiento de las acampadas a favor del depuesto Mohamed Morsi en las plazas de Rabea el Adauiya y Nahda en El Cairo el 14 de agosto de 2013. También se les acusa del asesinato de subcomisario de Matai, el intento de asesinato de otros dos mandos policiales, destrozo del mobiliario público, entre otros de iglesias, la quema de una comisaría, la incautación de armas y la alteración del orden público.

‘Un proceso irregular’

El juicio y la rápida sentencia no han tardado en levantar críticas nacional e internacionalmente ya que se le acusa de graves anomalías. En primer lugar, el proceso presidido por el juez Said Yusef comenzó el pasado sábado y ayer lunes se dictaba sentencia en tiempo récord. Además, según denunciaron varios de estos letrados defensores y Tarek Fauda, vicepresidente del colegio de abogados de la provincia de Minia, el proceso es altamente ‘irregular’, ya que varios de los letrados no pudieron entrar en el juicio ni se pudo escuchar las apelaciones de los acusados.

“Cuando el juicio empezó el sábado, y era solo una sesión procesal, el juez no escuchó a ninguno de los abogados o testigos. Y ni tan siquiera llamó a los acusados. Estamos delante de un grupo de matones, no de una judicatura”, declaró a la agencia Reuters Walid, familiar de uno de los procesados.

Por su parte, el director de la Red Árabe de Información sobre los Derechos Humanos, el abogado Gamal Eid, ha descrito el veredicto de este lunes como “un desastre” y un “escándalo para Egipto”. “Incluso aunque sean juzgados en ausencia, no pueden condenar a 529 acusados a pena de muerte en tres días”, ha subrayado Eid.

Los Hermanos Musulmanes ya han anunciado que recurrirá este fallo que tachan de “impactante”. Para la cofradía, esto es un ejemplo más del “estado de dictadura militar en el que se encuentra Egipto”, tal y como lo ha definido el portavoz de los Hermanos Musulmanes en Londres, Abdullah el-Haddad.

Ahora, siguiendo los pasos que marca la nueva Constitución, la documentación de los acusados serán trasladas para su análisis a la oficina del Gran Mufti Shauqi Alam, autoridad nacional en edictos religiosos, para que sea ratificada o rechazada.

Según analistas, si bien no es raro que en Egipto se dicten sentencias de muerte, en los últimos años son pocas las que se han cumplido.


lunes, 24 de marzo de 2014

Madrid

Sueño que camino por tus entrañas. Que descubro las sorpresas de los rincones que ya creía memorizados. Que me asomo otra vez por los  resquicios de tus diferentes mundos. Hoy he vuelto a soñar que caminaba escuchando tus ruidos, esos tan tuyos, que ya no encuentro. Ruidos hoy hechos gritos de aquellos que se han quedado a luchar por tu futuro.

Y es entonces cuando tengo ganas de echar la culpa a los demás y maldecir que ahora esté lejos de ti. Pero sería engañarme. En realidad me maldigo a mi, que he huido con un 'hasta luego' aunque el luego cada vez es más lejano, cuando ahora parece que ya sólo pasearé por tus calles de visita.

El miedo a no encontrar un futuro entre tus fronteras, el querer ser aquello que siempre había querido, el pensar que ya no podría no pesan nada al lado de la culpa de haberte abandonado y, sobre todo, haber abandonado a los que quería. Menuda imbécil. Buscar un futuro y no valorar el presente, lo que se tiene, es un gran fallo. Ahora, para sentirme viva sueño que camino por tus calles. Para sentirme libre, duermo esperando volver a tus rincones, pasear cuando necesite -menuda quimera ahora- volviendo a repasar las hojas de tus libros, tu cultura, tu lucha, tus paseos, tus árboles, tus edificios. Ahora, para quitarme la careta, para volver a reconocerme, espero que Morfeo me lleve otra vez a Madrid.

miércoles, 15 de enero de 2014

El referéndum constitucional mide el apoyo a las aspiraciones presidenciales de Al Sisi

Mucho tiempo sin publicar por aquí entre las clases de árabe y demás. Pero aquí os dejo mi reportaje sobre la votación del referéndum constitucional egipcio, más un referéndum a Al Sisi que a la propia Constitución.


Aunque es poco amigo de las declaraciones a la prensa, esta semana  Abdel Fatah Al-Sisi -idolatrado para muchos al quitar del poder a Morsi, vilipendiado por aquellos que apoyan al ex presidente de la Cofradía Musulmana- ha entrado de lleno en el debate constitucional.

A tres días del referéndum, Al Sisi pedía un apoyo masivo “a la nueva Constitución, el primer paso de la hoja de ruta marcada para devolver la tranquilidad y democracia al país”; apoyo que si realmente resulta mayoritario podría ser la última hoja a favor de la margarita que deshoja el general para presentarse a las elecciones presidenciales.

Hoy, a las puertas de los colegios electorales y entre soldados apostados con metralleta y policías que cacheaban a todo aquel que quería ejercer su derecho a voto, no sólo se decidía sobre la Constitución, para muchos un paso secundario en su idea del futuro egipcio. Hoy simplemente se presenciaba un nuevo pulso entre simpatizantes de los Hermanos Musulmanes o de Al Sisi.

A las 9 de la mañana las colas de muchos colegios daban la vuelta a la manzana. La amenaza de multa por no ir a votar y las facilidades para hacerlo –como el metro gratis durante las dos jornadas- se alejaba de las imágenes de hace un año, cuando sólo acudió un 32,9% a la votación de la constitución de la Hermandad, de los que un 68% mostró su acuerdo.

En esta ocasión 53 millones de egipcios están llamados a las urnas en dos jornadas que contarán con más de 36.000 efectivos, entre policía y ejército, desplegados para “ocuparse de la seguridad de los votantes”; algo que no ha impedido la muerte de 11 personas, entre ellos un niño de 14 años, a lo largo del país entre choques con la policía, votantes ametrallados y dos por causas naturales.

Muchos de ellos no se han olvidado en casa las canciones que inundan televisiones públicas y radios loando las bondades del ejército. Tampoco los carteles que comparan a Al Sisi con el mítico Nasser o el asesinado Sadat.

Estoy aquí para apoyar a la Constitución y para apoyar a Al Sisi. Voto a favor de la Constitución, a favor de la estabilidad de mi país y el amor a mi patria”, gritaba Mohamed Galal, de 45 años a las puertas de uno de los colegios de barrio de la Isla de Roda, en la Cornisa del Nilo. Ataviado con su bata de carnicero, encima de un taburete y coreado por decenas de votantes no para de animar a la gente al grito de ‘Al Sisi presidente’.


Gamal se sincera contando que no ha leído la Constitución porque es analfabeto, pero que no se ha perdido programa que hable y explique sus artículos. Pero el no saber leer, como le sucede a no pocos egipcios, no es según explica Gamal un impedimento para tener una visión clara en un país tremendamente politizado. “Yo apoyo a mi ejército, ese en el que he servido yo, antes mi abuelo y mi padre, y en el que lo hará mi hijo. Es el ejército el que está aquí o en el Sinaí luchando contra los terroristas y arriesgándose cuando los Hermanos Criminales [se refiere a los Hermanos Musulmanes] ponen como hoy bombas en los colegios”, señala.

La primera bomba de la que habla se producía poco antes de la apertura de la jornada delante de uno de los tribunales de justicia del distrito de Giza. A ella seguirían desactivaciones de más bombas en el Delta del Nilo y disturbios por todo el país. “No tenemos nada de miedo, aquí estoy yo, mis hijos y mis hermanos para dar la última gota de nuestra sangre por nuestro país”, comenta Marfat Abdalá, de 54 años, a las puertas de uno de los colegios precisamente de Giza.

Vestida con el clásico niqab negro [prenda con la que sólo se ven los ojos de la mujer], se le pregunta por el papel del Islam en la Constitución que hoy se vota. Para los Hermanos Musulmanes, supone un claro ataque a la religión, ya que muchos de sus puntos se han eliminado o cambiado sustancialmente. “He leído la Constitución y en sus artículos viene todo lo que necesitamos. Los derechos de las mujeres, niños y discapacitados. Para el obrero y el campesino. Y respecto a la religión es todo mentira lo que dicen, incluso reparten constituciones falsas para equivocar al pueblo. La religión musulmana está en la Constitución sin necesidad de excluir a nadie, ese es el verdadero Islam, no el de la violencia. Por ello estoy confiada y tranquila con esta Constitución”, señala.

Difícil encontrar una voz disonante a las puertas de los colegios. Muchos de los simpatizantes de la Cofradía islámica han decidido no acudir a las urnas. Con otros al final ha habido disturbios y lanzamiento de piedras. Otros tantos lo hacen más por apoyo a Al Sisi que por una Constitución que muchos reconocen no haber leído, como es el caso de Hoda Mohamed, a la defensiva con los medios que pasan preguntando por los colegios por si alguno es de Al Yazeera, cadena señalada como defensora de la Hermandad y que ha sufrido la detención de varios de sus periodistas, incluido hoy con la detención de tres.

En Nasser City, cerca de la conocida plaza de Rabaa -donde se concentraron los HHMM y en la que su desalojo provocó decenas de muertos- los ánimos están más calmados. Barrio de clase alta, los votantes dicen mostrar su favor a la nueva Constitución, pues “en general es lo que necesitamos”, explica Mahmoud, de 52 años. “Es una Constitución liberal e inclusiva para todos independientemente de religión o sexo”. ¿Pero qué pasa con el poder que acumula el ejército?, se le pregunta. “Una cosa es clara, Egipto perdió el miedo. Si en el futuro hay un abuso de poder, otro y por parte de quien sea, volveremos a luchar, eso es seguro”, afirma.

Cerca, sale con dificultad por las muletas Aldel Mohasen Abdel Hady, de 60 años, ayudado por su hijo y por un policía apostado a las puertas del colegio. Tampoco le importa revelar su voto: “He votado que sí porque este paso representa la salvación de Egipto de toda la mierda que hemos tenido el año pasado”, dice sin cortarse.


No me interesa la reconciliación con los Hermanos Musulmanes, que tanto mal han hecho al país, al pueblo. Yo he sido policía y lo he sido porque amo a mi país y a mi gente, y esta gente en un año ha destruido y enfrentado a todos lo que buscan lo mismo. Si te soy sincero, me da igual que sea Al Sisi u otro el presidente y si hay artículos de la Constitución que no me gustan seguro que más adelante se podrán cambiar, pero lo importante ahora es que creo que esto es un paso hacia delante, hacía un futuro mejor”, comenta.